Medicina de Época | Córdoba, 2013

Medicina de Época es un espacio de homenajes y reflexiones acerca de la medicina, para repensar nuestras prácticas docentes y médicas. El libro del Prof. Dr. Gandini Saludable distancia, desde el Hospital Nacional de Clínicas ha planteado el problema en su densa complejidad, en el siglo XXI. La violencia de nuestro pasado, desbarató los valores de fraternidad, de comunidad, que aceptando diferencias humanas logran aunar esfuerzos para un proyecto en común. Mirar el pasado, reflexionar en comunidad sobre los problemas del presente, quizás nos permita encontrar algunas respuestas.

viernes, 15 de febrero de 2013

Homenaje al Prof. Dr. Isaías Loyber 1921-2012


Medicina de Época | Homenaje al Prof. Dr. Isaías Loyber 1921-2012

El destino de todo docente es ser un recuerdo en la memoria personal de cada alumno. Algunos docentes son recuerdos vagos, imprecisos, diluidos por el tiempo. Otros son malos recuerdos.
El Profesor Loyber es en mi memoria un recuerdo luminoso, nítido, sus explicaciones eran claras aunque el tema fuera complejo y uno aprehendía ese “todo” para siempre.
Fui alumna durante un año y ayudante alumna varios años. Tiempo después regresé a la cátedra de Fisiología Humana como Jefe de Trabajos Prácticos; el Profesor Loyber se había jubilado pero teníamos además del recuerdo, su libro: “Introducción a la Fisiología del Sistema Nervioso”. Siempre nos dijo que escribiéramos como forma de seguir aprendiendo, la puesta al día en la Barrera del Dolor es un intento. 
Argañaraz Balbina, Córdoba 2012

Teoría de la Barrera o Compuerta del Dolor



Desde la publicación de la 2a Edición de “Introducción a la Fisiología del Sistema Nervioso” del Profesor Isaías Loyber por El Galeno Libros Editorial en 2001, más investigaciones aportaron datos que enriquecen la comprensión de la teoría y promueven nuevos interrogantes.
Los datos nuevos llevan la página del texto que los sostiene con la bibliografía que ellos aportan.
Los esquemas de la vía termoalergénica están en muchos libros: Loyber, 2001:77. Ganong, 2006:130.
Los esquemas son los clásicos, pero si leemos el texto, vemos que el tema es mucho más complejo y desconocido en parte: Loyber 2001: 84, 85:“Las vías vegetativas aún necesitan más investigaciones ya que se conocen, bien demostradas, la 1a N de la Vía ascendente y la última: postganglionar de la vía descendente.” El dolor visceral se transmitiría por el Simpático, según las investigaciones en los diferentes textos, aunque la complejidad de las vías Vegetativas no haya sido dilucidada en su totalidad.
Aunque hay diferentes clasificaciones, nadie discute que los receptores del dolor son terminaciones nerviosas libres, se llaman nociceptores o nocireceptores; son tónicos es decir, que no se adaptan; son quimireceptores, es decir que son estimulados por diferentes sustancias químicas: algógenos, liberadas en el sitio de la lesión.
La neurona de estos axones ascendentes: 1NS de la vía del dolor, está en los ganglios de la raíz posterior: GRP. El neurotransmisor de esta 1NS es la sustancia P, que es liberada en la sinapsis con la 2NS (o celT) que se encuentra en la sustancia gris gelatinosa de Rolando: SGGR, a lo largo de la médula y en sus equivalentes de los pares craneales donde hace sinapsis la 1NS del dolor con la 2NS del dolor del rostro.
Estas 2NS del dolor, serían glutaminérgicas. Sus axones se cruzan al lado opuesto y ascienden por el Sistema Antero Lateral: SAL, por el fascículo Espino Talámico Lateral: ETL los axones A delta del dolor rápido y por el fascículo Espino Talámico Ventral: ETV los axones C amielínicos del dolor lento.
El ETL hace Sinapsis con la 3NS en los núcleos talámicos de relevo sensorial: Homúnculo Talámico (Loyber, 2001: 120) donde el dolor se hace consciente. Los axones de estas 3NS tienen una proyección cortical específica al Homúnculo Cortical Sensorial, por eso la localización de la zona donde se origina el dolor rápido es precisa.
El ETV por donde ascienden los axones C amielínicos del dolor lento envían colaterales a la FR y hacen Sinapsis con la 3NS en los núcleos intralaminares Talámicos de proyección Cortical difusa, es decir que los axones de estas 3NS hacen sinapsis con todas las áreas corticales en forma difusa, a ello se debería la percepción difusa, no bien localizada del dolor lento. Leer en Houssay, 2008: 851, dolor rápido y lento.
En la SGGR, se encuentra la Inter Neurona Encefalinérgica INE y una Inter Neurona Gabaérgica INGABA. En el mismo GRP en el que se encuentra la 1NS del dolor se encuentra la 1NS de los Mecanoreceptores de Tacto Presión del segmento corporal correspondiente (en los esquemas: pierna, mano, cabeza). El axón A alfa y beta de estas 1NS, ingresa a la médula, da la 1a colateral que hace sinapsis con INE y una 2a colateral que hace sinapsis con la 2NS del dolor; luego ascienden por el Sistema del Cordón Posterior: SCP homo lateral y hace sinapsis con la 2NS de Tacto Presión en los Núcleos Bulbares. Los axones de estas 2NS se cruzan por las pirámides Bulbares y hacen sinapsis con la 3NS en los Núcleos Talámicos de relevo Sensorial: Homúnculo Talámico. La proyección de los axones de esta 3NS es específica al Homúnculo Cortical Sensorial, por eso la localización de tacto presión es precisa, bien localizada.
Los péptidos opiodes: PO se producen en diferentes zonas del SNC y Vías digestivas como neurotransmisores.
También se producen y son liberados a la sangre por la médula suprarrenal en situaciones de estrés, (Ganong, 2006: 94, 338) junto con adrenalina: A, noradrenalina: NA, ATP, dopamina: DA, cromograminas y PO.
Además, son liberados por las células inmunitarias (leucocitos) en el sitio de la lesión: “La inflamación induce la producción de péptidos opioides por las células inmunitarias”. Ganong 2006: 136, 137.
 “Los linfocitos liberan endorfinas”, “Los linfocitos como pequeñas hipófisis”. Celis, 1998: 441, 476, Tomo I - II. Los Receptores para PO (Ganong 2006: 136, 337) se sintetizan en la 1NS de la vía del dolor y migran ortodrómicamente por el axón que hace sinapsis con la 2NS de la vía; también migran antidrómicamente por el axón periférico hasta las terminaciones nerviosas libres que son los nocireceptores. Se conocen tres receptores de péptidos opioides: , delta, kappa, los tres son receptores en serpentina unidos a proteínas G y todos inhiben la adenilciclasa. Los Receptores son los principales mediadores de la analgesia, a ellos se unen las encefalinas endógenas y la morfina exógena y son bloqueados por Naloxona. (Ganong 2006: 103, 104)
Los receptores para cocaína y canabinoides (Ganong 2006: 105, 137, 222, 226, 227) sus receptores y vías tienen múltiples investigaciones. Su participación en la regulación del hambre y del dolor parece indudable, pero no están dilucidados los circuitos neuronales centrales y periféricos en los que ellos participan.
La 2a Colateral de los axones A alfa y beta de la 1NS de tacto presión, que hace sinapsis con la 2NS del dolor y que en el esquema de la teoría de la barrera del dolor es inhibida presinápticamente por INE debe tener receptores para encefalina, sintetizados en la 1NS de tacto presión pero aún no está demostrado.
La vía Serotominergica descendente que se origina en los núcleos grises periameductales del rafe bulbar hace sinapsis con la INE estimulándola, ésta libera encefalina que inhibe presinapticamente la liberación de sustancia P cerrando la barrera del dolor desde el SNC.

El Sistema Límbico

            Hasta Ganong 1998: 287, 288, muchos sostenían que “La neocorteza cabalga sobre el sistema límbico como un jinete en un corcel sin bridas”. Ganong 2005: 243, dice: “una característica del sistema límbico es la escases de conexiones entre este y la neocorteza”.
Loyber 2001: 188, 237, 251, nos plantea las dificultades de su estudio dada la complejidad del sistema límbico, cuya constancia estructural es llamativa  en los mamíferos. Propone como vía final común el hipotálamo y los reflejos neurovegetativos, y observa que las conexiones del sistema límbico con la neocorteza son prácticamente infinitas; que no existe en los reptiles, quienes no juegan y no tienen vida social.  Describe el fascículo teleencefálico medio, vía de doble dirección que une Mesencéfalo, hipotálamo lateral, sistema límbico y corteza cerebral, sobre todo área prefrontal y la relación de ésta con el dolor.
Si estudiamos a Kandel, López y Cólica vemos que Loyber está en lo cierto aunque sea difícil demostrar esas conexiones.

Modulación Periférica del dolor, Exógena o Contrairritación

            El “sana sana colita de rana” es quizás el método más antiguo: el masaje suave de la zona golpeada estimula los mecanoreceptores de tacto presión, los cuales  a través de la 1a colateral estimulan la INE que libera encefalina y cierra la barrera del dolor.
La acupuntura como práctica milenaria para calmar el dolor es citada por todos, induce la liberación de PO y es bloqueada por naloxona. Para profundizar en el tema tenemos el libro: “Neurofisiología de la Acupuntura” 2005, del Profesor de Clínica Médica de la UBA Dr. Edgardo López, en el cual las investigaciones neurofisiológicas sobre el dolor, amplían el conocimiento en el tema con bibliografía de muchos países.
La modulación periférica por contrairritación, tiene su límite en la magnitud de la lesión: de acuerdo a ella, el incremento en la intensidad del dolor aumenta el reclutamiento de receptores y la frecuencia de los potenciales de acción de la 1NS del dolor, los cuales estimulan a la INGABA que inhibe directamente a INE abriendo la barrera del dolor.


Modulación en la lesión horas después

            La producción de PO por las células inmunitarias LEUCOCITOS en el esquema, inducidas por la inflamación supone una correspondencia entre la magnitud de la lesión, la liberación  en ella de sustancias quimiotácticas para leucocitos y la magnitud en que estos arriban a la lesión liberando sus PO que se unirían a los receptores , delta y kappa, que migraron antidrómicamente por su axón desde la 1NS del dolor hasta las terminaciones nerviosas libres que son los Nocireceptores, bloqueando en parte su estimulación por los algógenos liberados en la lesión.


Modulación Central en la teoría de la barrera del dolor

            Leer, jugar, mirar TV o concentrarse en tareas agradables, disminuye la percepción del dolor a través de los fascículos corticobulbares de la vía piramidal: FCB, que estimula la vía serotominérgica de los núcleos de la sustancia gris periacueductal, la cual estimula la INE y cierra la barrera del dolor.
La modulación central en la analgesia por estrés agudo está sostenida en numerosas observaciones y diversas investigaciones en todos los textos. “La angustia de la separación” Loyber, 2001: 238, 239, es uno de los mejores relatos a cerca del estrés agudo.
En breve síntesis: el estrés agudo produce en hipotálamo el incremento de HAD-CRH, en hipófisis ACTH y en Suprarrenal Cortisol y los efectos sistémicos de estas hormonas; también incrementa la descarga Simpática con sus efectos sistémicos y sobre médula suprarrenal en la cual al aumentar los potenciales de acción del Simpático que la inerva libera a sangre: A, NA, DA, ATP, cromograminas y PO. Este enlace neuroendócrino es parte de la analgesia por estrés agudo: los PO de la médula suprarrenal, circulantes en sangre, se unen a los receptores , delta y kappa, que se encuentran en los Nocireceptores por su migración antidrómica desde su 1NS donde se sintetizan.
Esto sucede en todo el organismo como un “bloqueo preventivo” de la estimulación de los Nocireceptores por probables lesiones.
Los relatos de esta analgesia por estrés agudo están en todos los libros y se pueden comprobar en la práctica médica. Desde luego que depende de la magnitud de la lesión y sus consecuencias: en las grandes hemorragias o lesiones de SNC, la analgesia por estrés agudo es un recurso insuficiente.
El estrés tiene en el libro: “El síndrome de estrés en los Call Center” del Dr. Cólica Pablo: 2010, Editorial Brujas, Córdoba; una exhaustiva puesta al día.


Medio Ambiente y Cultura

            En relación al medio ambiente, representado en el esquema por el sol, Ganong, 1998 nos dice en el Prefacio: “Desde la última edición han continuado produciéndose avances sorprendentes en el conocimiento acerca de la señalización intercelular e intracelular con énfasis en como la información sobre el ambiente actúa sobre los receptores de la membrana celular para iniciar cambios en la transcripción génica.”
Loyber, 2001: 246 “Toda la estructura cromosómica con sus genes, es un mecanismo desarrollado para adquirir y almacenar información del medio ambiente, con el objetivo de lograr la supervivencia de la especie.”
López, 2005: 29 “la psiconeuroinmunoendocrinología establece relaciones entre las respuestas comportamentales, neurales, endócrinas e inmunes que le permiten al organismo adaptarse al ambiente en que vive”.
La participación del medio ambiente y la cultura sobre todas las manifestaciones observables de la conducta humana es tema de discusión. Nos parece útil en esta breve puesta al día, recordar los 200.000 m2 de superficie de la corteza cerebral humana, única de esa extensión, de 1,5 a 4,5 mm de espesor (Diccionario Med. Dorland, El Ateneo) y las 100.000 millones de neuronas con 10 a 50 veces más de cel gliales del SNC (Ganog, 2006: 49). Lo incuantificable de la conducta humana y animal, es lo que genera mayores discusiones; el dolor, la sed, la angustia el miedo, el hambre no son cuantificables en sí, solo pueden cuantificarse con tablas del listado de manifestaciones observables, tanto humanas como en animales de experimentación. Por ejemplo: la sed: niños que juegan en el mismo espacio, a la misma temperatura ambiente, cuando terminan el juego, unos beben un vaso de agua despaciosamente, otros beben a borbotones dos o tres vasos, esto no nos indica la magnitud de la sed de cada niño, sino una conducta aprendida ante la sensación de la sed.
El dolor de la picadura de la Viuda negra: Latrodectus Mactans en varones de mediana edad, cosechadores de uvas, unos llegan a la guardia emitiendo palabras soeces en un gruñido sordo y otros callados esperan su turno, el quejido espiratorio es igual en ambos, pero las manifestaciones observables, son conductas aprendidas frente al dolor.
En el estrés doloroso del parto normal también observamos las diferentes conductas frente a ese dolor, dependientes de lo que signifique el parto para cada mujer. En el parto patológico, las manifestaciones observables dependen más de la magnitud del trastorno que del significado  que el parto tenga en cada mujer.
            El medio ambiente, la cultura, la corteza cerebral, el límbico, no solo cierran la barrera del dolor a través de los mecanismos descriptos sino que también controlan las manifestaciones observables del dolor.
Como explica el Profesor Loyber, las vías sensitivas y motoras, sus estaciones de relevo y homúnculos talámico y corticales están genéticamente programados en todas las especies, pero las áreas de asociación o áreas mudas, tienen su máximo desarrollo en la neocorteza de la especie humana y en ellos se guardan todos los registros de la experiencia individual influenciados por el medio ambiente y la cultura donde ese individuo crece.
            El Profesor Jorge Orgaz (2007: 100) en los años 70 nos advierte que: “estamos en mora con la subjetividad” en nuestras observaciones clínicas.
            Houssay (2008: 1007, 1014) plantea la interrelación de estrés y tejido linfoide, ampliando la discusión con investigaciones en el tema.
            Kandel  (2007:15) desde EEUU  “Las moléculas específicas que constituyen el sistema de señales se han conservado a lo largo de millones de años de evolución, los organismos unicelulares y multicelulares simples, para organizar sus andanzas en su medio ambiente, utilizan las mismas moléculas que nosotros para gobernar nuestra vida y adaptarnos al nuestro.”
            Cólica desde Córdoba Argentina, hace una puesta al día sobre el estrés muy enriquecedora, cita a Kandel y comenta que la Dra. Romero, bioquímica inmunóloga de la Asociación de Medicina del Estrés de Córdoba intenta encontrar “cómo el pensamiento se transforma en molécula” (2009: 32).
Kandel, López y Cólica proponen convergencia de disciplinas.
Desde las discusiones de Golgi y Cajal a comienzos del siglo XX (Kandel, 2007: 82, 92). Cajal sosteniendo que la neurona es la unidad funcional del SNC hasta hoy, Kandel en EEUU planteando que “El pensamiento puede producir cambios en la expresión génica”, López en la UBA proponiendo la convergencia entre la visión oriental china, la termodinámica y la neurofisiología, Cólica y su equipo en Córdoba buscando “como el pensamiento se transforma en molécula” y los extraordinarios descubrimientos sobre SNC realizados en cien años, interpelan a muchas disciplinas, hasta conmover los cimientos de la pregunta ¿qué es el hombre? para preguntarnos ¿qué es la especie humana en el planeta tierra? 


Loyberiana de muchos años, hice esta Síntesis de su escalera, Pág. 315- 1° Ed. y Pág. 201- 2° Ed. Es verdad que hay que leer todo el libro, la compleja acción de la interneurona Renshaw está en Pág. 244- 1° Ed. y Pág. 156- 2° Ed. Creo que le gustaría que la escalera ande en la web.
















BIBLIOGRAFÍA

CELIS, María Ester, 1998. Fisiología Humana. Tomo I y II. Córdoba, Tercer Milenio.

CÓLICA, Pablo R, 2009. El síndrome del estrés en los call center. Córdoba, 1aed. Brujas.

GANONG, W.F, 2006. Fisiología Médica. Manual moderno, México, Vigésima Edición.         

HOUSSAY, 2008. Fisiología Humana. Cingolani-Houssay. Buenos Aires, El Ateneo, 7ma Edición.

KANDEL, Eric R, 2007. En busca de la memoria. El nacimiento de una Nueva Ciencia de la Mente. Buenos Aires, Katz.
                                        
LÓPEZ, Edgardo, 2005. Neurofisiología de la Acupuntura. Su relación mente/cuerpo. Buenos Aires, Editorial Serendipidad.
                                    
LOYBER, Isaías, 2001. Introducción a la Fisiología del Sistema Nervioso. Córdoba, El galeno Libros, 2da  Edición.
                 
ORGAZ, Jorge, 2007. Escritos sobre Medicina. Córdoba, UNC.


La diagramación y el uso del color en los esquemas de la Barrera del dolor, Dolor rápido y lento y Síntesis de actividad muscular a cargo de la Lic. en Grabado Mariana Di Rienzo, intentan facilitar el aprendizaje y comprensión de la bibliografía. La puesta al día en la teoría de la barrera del dolor estuvo a cargo de Argañaraz Balbina Médica, Prof. Asistente de Fisiología Humana, FCM, UNC.

Córdoba, febrero 2012




jueves, 14 de febrero de 2013

Homenaje a un Médico Pacifista y a un Escritor Soldado


Medicina de Época | Homenaje a un Médico Pacifista y a un Escritor Soldado


Ventosas y cataplasmas de G. Orwell a G. F Nicolai



G.F. Nicolai desde Córdoba Argentina 1925 | GFN: pág. 52, 53, 54, 55.
            Conocido es que en los últimos tiempos todas las ciencias y sobre todo la medicina, se han vuelto tan complejas que difícilmente pueda abarcarlas un hombre solo. La necesidad de reducirlas a sus bases sanas de unos siglos ha, se hacía más y más imperiosa. Hubo muchos médicos que deploraban los tiempos difíciles en que los facultativos salían de todo apuro con un enema, una sangría y una ventosa, añadiendo siempre una receta única, buena para todo. A estas tendencias modernas y difundidas alagaba el sabio eficazmente, pero no volvió simplemente a la trinidad anticuada, burlada ya por Moliére, sino que la reemplazó por Salvarsan a la derecha , Digitalina a la izquierda y la prohibición de carne, añadiendo no una receta única, sino siempre la última leída en la “Semana Médica”.
            Progresos semejantes en la clínica se comprenden, recordando la altura de la investigación experimental; basta mencionar que en una sola semana se han muerto en el hospital de la universidad una docena de hombres únicamente por envenenamiento con Stovaína en el ensayo de probar este narcótico para la anestesia raquídea. Y mientras la ingrata Europa molestaría al osado investigador, que hubiera mejorado tan eficazmente el record mundial, aquí todos se empeñan en ahorrarle molestias. Es uno de los rasgos más amables y más característicos, este sentimiento patriarcal que reúne al profesorado como una gran familia que ayuda incondicionalmente al hermano, a no ser, naturalmente que él estuviera en un puesto, que el otro apetezca por sí mismo.
            En todo caso la investigación es libre: ninguna sociedad protectora de animales se opone a las vivisecciones, ninguna sociedad defensora de los derechos del hombre dificulta las experiencias clínicas. ¡Ojalá que en Europa fuese así! ¡Cuánto hubiese hecho! ¡Cuánto más adelantada estaría la ciencia si en el viejo continente, tan lleno de prejuicios tontos, existiese libertad semejante!

G. Orwell desde París Francia 1929 | DA: pág. 23, 24.
            “Vi en una cama casi enfrente de mí un hombre de pelo amarillento y hombros redondeados, sentado medio desnudo mientras un médico y un estudiante realizaban alguna extraña operación en él. Primero el doctor sacaba de su bolsa negra una docena de vasos pequeños como vasos de vino, entonces el estudiante quemó una cerilla dentro de cada vaso para extinguir el aire; luego el vaso fue espetado en la espalda o pecho del hombre y la ventosa provocó una enorme ampolla amarilla. Sólo después de algunos momentos me di cuento de lo que estaban haciéndole. Era algo llamado ventosa, un tratamiento del que hablaban mucho los viejos textos médicos, pero del que hasta entonces pensaba yo que se aplicaba sólo a los caballos…
            “Miré este remedio bárbaro con repugnancia e incluso un poco divertido. Sin embargo, un momento después el médico y el estudiante cruzaron hacia mi cama, me irguieron y sin decir palabra empezaron a aplicar el mismo juego de vasos, que no habían sido esterilizados por ningún procedimiento. Algunas débiles protestas que pronuncié no tuvieron más respuesta que si yo hubiera sido un animal. Estaba muy impresionado por la manera impersonal con que los dos hombres actuaban sobre mí. Nunca hasta entonces había estado en la sala pública de un hospital y era mi primera experiencia con esos médicos que te manejan sin hablarte o, más aún, sin hacerte el menor caso. Colocaron seis vasos en mí, y después sacaron las ampollas y aplicaron los vasos de nuevo. De cada vaso salió alrededor de una cucharadita llena de sangre de un color oscuro. Al acostarme de nuevo, humillado, disgustado por lo que me habían hecho, consideré que ahora por lo menos me dejarían tranquilo. Pero no. Había otro tratamiento en perspectiva, la cataplasma de mostaza, al parecer cuestión de rutina como el baño caliente. Dos desaliñadas enfermeras tenían ya preparada la cataplasma, y me la apretaron alrededor del pecho como si fuera una chaqueta ceñida, mientras algunos hombres que vagabundeaban por la sala en mangas de camisa se apelotonaban alrededor de mi cama con gesto algo compasivo. Me enteré más tarde de que el mirar a un paciente con la cataplasma de mostaza era pasatiempo favorito de la sala. Estas cosas son normalmente aplicadas durante un cuarto de hora, y ciertamente son bastante graciosas cuando no es uno el que las sufre. Durante los primeros cinco minutos el dolor es severo, pero uno cree que puede soportarlo. Al cabo de otros cinco minutos, esta creencia se evapora, pero la cataplasma está pegada a la espalda y uno no se la puede quitar. Éste es el período en que los espectadores se divierten más. Durante los últimos cinco minutos sobreviene cierto entumecimiento. Después de quitarme la cataplasma me pusieron en la cabeza una almohadilla y me dejaron solo.”
            “No dormí, y ésta fue la única noche de mi vida –quiero decir la única noche pasada en la cama- en la que no dormí en absoluto, ni un minuto siquiera.”
Eileen, esposa de Orwell debe ser operada de varios tumores de útero. Gran Bretaña | MS: pág. 389, 390.
            El 29 de marzo de 1945, Eileen empezó una carta a Orwell. Estaba en una cama del hospital, esperando que la llevaran al quirófano, y su humor reflejaba el ambiente: “Querido, van a operarme dentro de unos minutos, me han puesto la lavativa y la inyección (morfina y en el brazo derecho, vaya fastidio), me han lavado y empaquetado y parezco una momia envuelta en algodón y vendas. Cuando todo pase añadiré un párrafo a esta carta para que la echen enseguida” (…) Pero algo no fue bien. El organismo de Eillen reaccionó mal a la anestesia y tuvo un ataque cardíaco. Estaba demasiado débil para soportar la conmoción y todos los intentos de revivirla fallaron. Murió en la mesa de operaciones. Tenía treinta nueve años.
            No se consideró responsables a los médicos que la operaron de las circunstancias que causaron el ataque cardíaco. El certificado de defunción los absolvía de toda culpa: “Paro cardíaco producido bajo efectos de anestesia con éter y cloroformo debidamente administrados para extirpación de útero”.

George Friedrich Nicolai (1874-1964) alemán, era un hombre de fe, científico notable de convicciones firmes y coraje. Su “Manifiesto a los Europeos” de octubre de 1914 puede leerse en internet. Por el fue cesanteado, encarcelado, y confiscados sus bienes. Siendo el médico del Káiser y su familia, arriesgó todo y lo perdió todo. Pudo escapar ayudado por A. Einstein y fue contratado como Profesor Titular de Fisiología Humana en la FCM de la UNC en 1921. Pocos años en Córdoba le bastaron para que nos dejara su “Homenaje de Despedida…” elegante e irónico. Quizás sería útil discutirlo en la UNC del siglo XXI.
G.F. Nicolai creía que en Europa no se usaban ventosas ni enemas y en su estadía en Córdoba registra doce hombres muertos por mal cálculo en la anestesia en el hospital de la UNC.
George Friedrich Nicolai era un hombre de fe, fe en los europeos educados, fe en que la europea era una civilización superior, fe en que los “buenos europeos” de Goethe iban a ser más de cuatro. Pero fueron cuatro. Pocos años después en “el viejo continente tan lleno de prejuicios”, existía la libertad de fabricar campos de concentración y hornos para quemar a millones de seres humanos.

George Orwell o Erick Blair (1903-1950) británico, oficial de la Policía Británica en Birmania, era un hombre sin fe, de convicciones firmes y coraje. Mató al elefante por ser él, el hombre blanco que tenía fusil pero ese hecho le significó  “la pérdida de su libertad como ser humano”. Fue soldado en Cataluña y en su “Homenaje…” nos desmenuza las traiciones del estalinismo y de los europeos por acción u omisión. Pudo escapar, no lograron matarlo y nos dejó su “Homenaje a Cataluña 1938” que quizás fuera útil releer para discutirlo hoy.
Sufrió en Europa ventosas y cataplasmas en 1929. Su esposa murió por el mal cálculo de la anestesia en 1945. Y “no molestaron a los osado cirujanos”. No hay registro de cuántos muertos más hubo. 
G. Orwell era un hombre sin fe, sin fe en los europeos blancos y educados, sin fe en que la europea fuera una civilización superior, ¿o sospechaba que los “buenos europeos” de Goethe eran pocos?

Estas Ventosas y cataplasmas de G. Orwell a G. F Nicolai surgieron hace tiempo como una deuda de la medicina en general y la europea en particular hacia Orwell; que con su mirada hacia todos los protagonistas de la escena que relata,  nos reseña desde el lugar del paciente, la medicina en España en “Homenaje a Cataluña…”, las ventosas y cataplasmas en París, citadas por el médico Británico Dannie Abse y la medicina británica a través de Michael Shelden.
Nicolai, Profesor Titular de Fisiología humana de la FCM, UNC es admirable por su “Manifiesto…” y sus observaciones sobre la medicina de Córdoba en aquellos años. Como desconcertante su fe en la civilización europea, habiendo perdido todo por llamarla a la paz.
Quizás con este breve relato de ficticios intercambios entre ambos, saldo en parte aquella deuda con Orwell, escritor, soldado y paciente.

Argañaraz Balbina, 2011


Referencias:
GFN: pág. 52, 53, 54, 55.
George Friedrich Nicolai, Médico Alemán.
Homenaje de despedida a la Tradición de Córdoba Docta y Santa.
1° Edición Sociedad de publicaciones EL INCA diciembre 1927
Edición facsimilar, UNC, noviembre 2008

DA: pág. 23, 24.
            Dannie Abse, Médico Británico.
            Proceso a la Medicina. Biblioteca Universal Caralt, Barcelona, 1976

MS: pág. 389, 390.
            Michael Shelden, Escritor Británico.
            George Orwell, Biografía Autorizada. EMECE, Barcelona, 1993